Por años nos han vendido la idea de que nacimos para
complementarnos, que hay por ahí un alma que nos perfecciona, que nos
pertenece, al que estamos destinados, vamos por la vida con los ojos muy
abiertos esperando que aparezca, eligiendo la ropa adecuada y los zapatos
perfectos, maquillando nuestro rostro, coloreando nuestras mejillas, nos hemos
dejado engañar con eso de que la felicidad solo se alcanza en compañía,
provocando un miedo constante a la soledad, un miedo constante a nosotros
mismos.
Es esta ideología, la que por
tanto tiempo, como círculo vicioso, nos
ha llevado a cometer el error gravísimo de conformarnos con relaciones que nada
tienen que ver con el concepto de amar, relaciones, insensatas, nocivas,
egoístas, creyendo que con el simple hecho de tener a alguien a nuestro lado,
podremos llenar los vacíos que sentimos, relaciones que terminaran por
desgastarse al punto de dañar.
Lo cierto es que para poder
llenar los huecos, no necesitas de nadie más, precisas solo regalarte un tiempo a solas para sanar las
heridas, rescatar tu esencia, reconstruir tú felicidad, un tiempo a solas para
reunir el valor necesario para tomar decisiones pensando solo en ti, no por
egoísmo, ni soberbia, sino por la simple
convicción de llevar las riendas de tu vida.
Necesitas un tiempo a solas, para
convencerte de que no necesitas a nadie más para sentirte pleno, para descubrir
de lo que eres capaz, descubrir tus pasiones, tus sueños, incluso tus
debilidades; cantar, bailar, pintar, leer, básicamente vivir.
Ese tiempo a solas, para sentirte
plena, para descubrir tu estilo, para ser como te dé la gana de ser, para elegir la ropa que te gusta, con la que
te sientas cómoda y bonita, con la que te sientas realmente tú, ya no por agradarle a nadie más, solo por la
satisfacción de mírate al espejo y descubrirte bella, autosuficiente,
fuerte; un tiempo que servirá para convencer a tu mente de que no hay nadie
en el mundo que pueda hacerte más feliz
que tú misma, y cuando al fin hayas entendido esto, cuando al fin te
encuentres sola pudiendo sentir calma, entonces y solo entonces te descubrirás lista si es que así lo decides
para compartir tu vida y tu tiempo con alguien más, con alguien que sea como
tú, con alguien que tampoco tenga miedo a la soledad.