Hace aproximadamente tres
días en un parque de Valencia no pude evitar escuchar una conversación que
estaban teniendo dos señoras sentadas en un banco muy próximo, cuya respuesta a
una de las preguntas que estaban teniendo lugar en aquel banco me llevó a
pensar mucho.
Ambas hablaban de que una
de ellas estaba a punto de celebrar las bodas de plata con su marido, cuando la
amiga le preguntó si verdaderamente su esposo la hacía feliz. La situación pasó
de ser una conversación típica de parque a una reflexión asombrosa cuando oí la
siguiente respuesta:
- No, no me hace feliz,
¡yo soy feliz! El que yo sea feliz o no, eso no depende de él, sino de mí. Yo
soy la única persona de quien depende mi felicidad. Yo determino ser feliz en
cada situación y en cada momento de mi vida, pues si mi felicidad dependiera de
alguna persona, cosa o circunstancia sobre la faz de esta tierra… yo estaría en
serios problemas.
Esto me llevó a pensar
que todo lo que existe en esta vida cambia continuamente. El ser humano, las
riquezas, el cuerpo, el clima, los placeres,… Y así podría decir una lista
interminable de cosas. A través de toda mi vida he aprendido algo muy
importante: Decido ser feliz y a lo demás lo llamo
“experiencias”. Amar, perdonar, ayudar, comprender, aceptar, escuchar,
consolar. Hay gente que dice “No puedo ser feliz porque estoy enfermo, porque
hace mucho calor, porque no tengo dinero, porque alguien no estuvo a mi lado
cuando lo necesitaba, porque alguien no me valoró.” Pero lo que a veces no
sabemos es que se puede ser feliz aunque estés enfermo, aunque haga calor,
aunque no tengas dinero, aunque alguien te haya hecho daño o aunque alguien una
vez no te valoró lo suficiente.
Y es que veréis, yo siempre comparo la vida con
una bicicleta. Avanzas, corres, pillas ventaja, unas veces te quedas atrás, otras muchas encuentras caminos rocosos,
descubres lugares bonitos y otros, por desgracia, no tanto, conoces, vives.
Pero siempre, y repito, siempre, se aprende algo con todo ello. Por eso la vida
es como ir avanzando en bicicleta, y solo te caes si dejas de pedalear. Así que
empieza tu día con una sonrisa y no permitas que nada ni nadie la borre de tu
rostro.
Recuerda que ser feliz es
tan solo una actitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario